No hizo falta ninguna prueba de confianza extra para que muy pronto estrecharan su lazo. Fue suficiente el acto heroico durante el atraco cuando Violeta sacó corriendo a los ladrones. El abrazo de agradecimiento y las palabras del profe fueron suficientes para ella. Siente que en este hombre puede confiar, sobre todo porque las circunstancias la obligaron a contarle dónde y cómo había aprendido tanto para poder sobrevivir en la calle.
Y fue precisamente esa primera confesión la que le confirmó a Leonardo que dio con la persona que necesitaba.
-Me dicen Campana porque soy experta en eso. Yo campaneo, yo aviso cuando llega el enemigo…
-¿El enemigo? ¿Quién o quienes son amigos y enemigos?
-Yo ya me pillé lo que venden, pero no me meto con eso. Unos venden fierros y otros pasan plata o merca
¿Trabajas con la policía?
-No, al contrario, yo les aviso cuando llega la policía. Pille, dos cuadras abajo del puente Bolívar, por la 30 sur, ellos manejan unos negocios por ahí. Le cuidé unos perritos a uno de ellos y comenzaron a llamarme. Como me les pillé las vueltas, me propusieron botarme la liga si les colaboraba. Querían que yo llevara un paquete a un cliente. Ni güevona que fuera, yo les dije que me abría, que si les servía de campanera, les colaboraba, pero créame profe que yo ya casi no trabajo con ellos.
-¿Te pagan bien?
-Ya no, ya gano más con lo otro
-Y si sabes mucho de ese negocio, no eres una enemiga para sus negocios?
-Ellos creen que yo vuelvo breve a esas vueltas y saben que yo no soy sapa.
-Te respetan entonces
-Me respetan desde cuando me les paré en la raya y le corté la cara a uno de ellos. Comenzó a tocarme y nooo, yo no me dejo, ¿sí pilla? Si no me agarran lo rompo todo, lo despedazo. Al man terminaron acostándolo ellos mismos porque era muy paila.
-Leta, necesito que me colabores con una misión. Estoy buscando a una persona, pero no conozco el nombre, solamente tengo esta foto y me dicen que trabaja en ese barrio o se la pasa por allá, mira
-Yo la he visto a ella, la conozco, yo con ella tuve…
Por: Luis Felipe Jiménez, febrero de 2024
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Foto: Nadi Lindsay