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Lamentablemente se me han desvanecido tantas cosas,

en un principio se fue perdiendo tu figura solemne,

en medio de la penumbra fue desapareciendo tu 

recuerdo magistral.

Empezaron a secarse las flores de mi jardín, 

se oscureció el paisaje que antes me hiciera ser tan feliz 


Se calló el encanto mágico de tu mirada,

la tierra fértil de mi corazón se hizo desierto fatal,

el sonido agudo y romántico de tu voz se hizo suspiro 

al viento.

La frialdad de tu cuerpo hizo palidecer por completo mi

semblante 

y quedé entonces allí postrada,

como si no tuviera sentimientos.


Se secó el caudaloso rio de mis lágrimas,

una a una fueron muriendo mis ilusiones,

la libertad que había soñado con frenesí,

se volvió sombra llena de dolor para aumentar mi

tormento.

Entonces mi corazón de anciana aumentaba mi triste 

realidad, 

este encuentro con la vida que me hacía

desfallecer.

Y cuando finalmente creí recuperarme porque había 

renacido una ilusión, un sueño,

una esperanza 

todo acabo 

porque mi corazón de tanto sufrimiento se cansó y por fin mi alma de poeta soñadora murió.


 

Por: Omaira García

Omaira dice ser una "mujer imperfecta" que ama la vida, y que se esfuerza cada día en ser mejor ser humano. Ama las artes en cualquiera de sus manifestaciones y confía plenamente en el amor y la misericordia de Dios.

Nació en el departamento del chocó pero vivió hasta los 6 años en Yarumal Antioquia. A partir de los 6 años y medio comenzó a vivir en Medellín donde reside actualmente.




-La señorita tiene la amabilidad de mostrarme la cédula.

 

-Tengo el denuncio, me la robaron, mire.

 

-Bien puedan sigan, habitación 302, estamos en una campaña con la Alcaldía y los preservativos son cortesía nuestra.

 

No los van a utilizar. Las 3 horas prorrogables del profesor y Violeta en este descuidado motel tienen un único objetivo. Han seguido hasta el edificio contiguo a un sujeto que parece ser el líder de la banda. El vidrio polarizado de su habitación impide que el principal escolta del sujeto que vigilan los vea cuando se asoma a recibir un paquete en la esquina contigua al motel.

 

-A ellos le entregaron la niña, estoy seguro, Violeta, ellos saben dónde está.

 

-¿No estaba perdida, sino secuestrada?

 

-Es más raro el caso…

 


perdida
¿Está perdida o secuestrada?

Lo que todavía no sabe Violeta es que aquella niña no es hija del profesor. Quizá no está preparada para comprender la dimensión del conflicto que obliga a Leonardo a no descansar en la búsqueda de la niña.

 

El profesor cierra la puerta del baño porque no aguantó más las ganas de orinar. Le recuerda a instrucción a Violeta con una voz enfática:

 

-No vayas a parpadear que cualquier cosa que pase puede ser importante.

 

Violeta cumple su promesa y se ve sorprendida. No duda en expresarse con alarma.

-A ese pirobo yo lo conozco. Ese cerdo me debe una.

 

-Qué pasó ¿quién es? ya voy

 

-Un pirobo abusivo, un violador

 

En este hallazgo de Violeta estará la mejor llave que tendrá Leonardo para resolver el misterio.

 

Esta historia continuarà el próximo domingo...


 

Por: Luis Felipe Jiménez Jiménez, Febrero de 2024

© Todos los derechos reservados.

Foto Carolina Basi


Lo primero que llama la atención de Violeta es el riguroso desorden de la habitación del profesor, en contraste con una sola mesa donde permanecen abiertos unos libros. Como si guardaran un equilibrio estético propio de una persona con trastorno obsesivo compulsivo, a la derecha, alineados perpendicularmente, unos marcadores de colores esperan su turno para resaltar algún fragmento indispensable.

 

Las anotaciones le resultan incomprensibles para Violeta porque necesitaría mucha atención y tiempo para descifrar la letra de Leonardo. Y aunque ella aprendió a leer, no lo hace con destreza y se demora mucho. Lo único que no escapa a su escrutinio son las anotaciones al margen que otra persona escribió en uno de los libros:

 

“El abandono puede ser la manifestación del amor porque el desapego protege”

 

 Cuando Leonardo sale del baño, encuentra a Violeta subida sobre una silla de madera que apenas soporta su peso. Trata de ajustar un refuerzo de una ventana pequeña. Al escuchar la voz del profesor, busca apagar cualquier sospecha:

 

-Don Leo, por acá se le cuelan facilito.

 

-Leta, sin el don, recuerda. Por ahí no cabe nadie, no me preocupa.

 

-Yo me le cuelo por ahí, profe, no me rete.

 

-Esa ventana da a un patio interior al cual tampoco podrían llegar.

 

-A usté le falta calle, parce.

 

-Voy a ponerle una malla de protección, aunque no haga falta. Leta, comencemos. Esto que te voy a contar es mu delicado, por favor siéntate y prométeme que de acá no sale nada.

 

-Me extraña papi, pa qué estamos, usté tranquilo que soy firme, suéltelo pues mi rey.

 

Todo comenzó porque quise contactar a una persona por algo que escribió en un libro. Indagando por todo lado me encontré con un fenómeno muy preocupante: hay una mafia que alquila niños y abusa de ellos.

 

-Más despacio ¿usté buscaba a quién?


-Buscaba a una mujer.. aunque al principio yo no sabía que era una mujer, que comentó en un libro sobre los procesos de adopción para personas solteras, sobre un grupo de personas que hacen esos procesos de manera clandestina.

 


Van por ella
Por ella se unieron Leo y Violeta

-Uy muy áspero

 

-Descubrí que esa persona escribía en los márgenes de los libros y poco a poco fue llamándome la atención su manera de pensar. En uno de los textos supe que era mujer.

 

-¿Y qué decía la chica?

 

-Ella parecía confesar algo entre líneas…


Suscríbete al contenido Premium y lee completo este capítulo titulado "Por ella". También podrás acceder a esta historia completa, son 6 capítulos hasta la fecha.


 

Autor: Luis Felipe Jiménez Jiménez, febrero de 2024, Medellín, Colombia.

© Todos los derechos reservados

Foto: Jordy Toscano

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