"Cada que hay una oportunidad para avanzar, mueven la línea de meta"
Mary Jackson en "Talentos Ocultos" (Hidden Figures), 2016.
-Aló
-Aló, Tin, hermano, qué bueno que me contestó ¿cómo le ha ido?
-¿Eduardo?
-Sí, el mismo, el Búho jajajaja
-Carebúho, CA-RE-BÚ-HO, Eduardo ¿cómo estás? ¿de dónde sacaste mi correo? ¿Cuál es ese negocio que quieres proponerme?
No caben las preguntas, son una avalancha insostenible, el afán de Martín por entender por qué justo en este momento de su vida aparece un amigo suyo de la niñez, ahora que necesita un rescate, salir del entorno amenazante, esquivar la bala, el puñal, el sicario, el veneno, el empujón, lo que sea con lo que alguien, un alguien, quién sabe cuál alguien, en cualquier esquina, en cualquier momento, cuando duerma, cuando camine por la calle, cuando entre a un baño, cuando salga, cuando entre a un estadio, cuando salga de una sesión de entrenamiento, cuando salga de la terapia, de la visita al especialista, cuando salga de una capacitación, de un acondicionamiento físico.... cuando se suba a un taxi, cuando estacione su bici, cuando se detenga en un semáforo... quizá entonces sea muy tarde y su cuerpo agonice ante la mirada aterrorizada e inmóvil de cualquier transeúnte indolente que no hará absolutamente nada para impedir que se desangre en ese agónico último suspiro.
Lo único cierto y definitivo es aquella amenaza anónima que atravesó la ventana de su apartamento, cayó justo a doce centímetros de sus pies descalzos. Dicha piedra rompió el cristal, trajo ansiedad y adrenalina cuando Claudia recién se había despedido aquella mañana lluviosa del 11 de octubre. Y si la persona que trajo el mensaje la vio salir a ella del apartamento, si la siguió y sabe dónde estudia; si después de acabar con su vida, el asesino va por la vida de ella. O si cualquier día de estos decide primero ir por ella para torturarlo a él antes de someterlo. Son muchas preguntas, muchos miedos juntos. Ahora aparece este amigo al otro lado de la línea, alguien que lo estima.
Así no logre dilucidar todavía la dimensión del plan que Eduardo tiene, decide que sospechar sobre él sería demasiado absurdo. Quiere escucharlo.
-Ah sí, era Carebúho, el profesor Díaz me decía Búho, pero ustedes me pintaron la cara. Mi hermano, si nos vamos a tutear, entonces hagámoslo los dos. Tu correo me lo dio Sarán, ella me contó sobre tu carrera.
-¿Sara? ¿cuál Sara?
-Esa mujer te quiere mucho, Tin, me dijo que mantuviera en secreto su nombre, que no le dijera a nadie que habló conmigo, ni a ti.
¿Cuál Sara? no conozco a ninguna Sara, Edu.
Esoo, ya vamos entrando en confianza, me gusta que me llames Edu, vas a ver que si aceptas mi propuesta, haremos algo grande.
-¿Cuál Sara, dime? ¿Por qué tanto misterio?
-Saráááán -insiste Eduardo.
Eduardo siente la angustia de Martín, el tono de su voz es cada vez más ansioso, su respiración se entrecorta y las palabras están a punto de atropellarse unas con otras.
-Prométeme que no vas a hablar con ella, no le cuentes que sabes que fue ella quien me dio tu correo.
-Bueno, pero ¿cuál Sarán? Dime, dime, carajo.
-Sara Angélica Bermúdez
Martín cierra los ojos y re-dibuja el corazón que Claudia confeccionó como caricia en su mano y recuerda la mirada de Angélica cuando le dijo que se iba a casar. Un asomo de nostalgia por el pasado juvenil lo atrapa y solamente la voz de Eduardo lo retrotrae al presente.
-Aló, aló… prométemelo, Martín, no me hagas quedar mal con ella.
-No te preocupes. Es que no recordaba que ella se llamaba Sara, yo le sigo diciendo Angy, me estuvo buscando como afanada por contarme algo, toda intensa ahí y ¿sabes qué? era para contarme que se va a casar.
-¿Con el traqueto ese que la abraza en las fotos como un trofeo?
-¿Cuáles fotos? Yo a ese man no lo he visto.
-En instagram, eso es una melosería hasta sospechosa, pero el tipo… uy no.
-No sé, seguro que debe ser ese el novio, qué más da, yo lo que no puedo creer es que tenga misterios conmigo o por qué no quiere que yo sepa que fue ella la que te dio mi email. ¿Por qué no te dio mi teléfono directamente? ella lo tiene. ¿Y dónde la conociste?
-Yo le pedí tu correo, Martín, necesito enviarte ahí todos los documentos pa que conozcas, punto a punto, todo lo de la primera parte del proyecto. Y para enviarte lo del tiquete, si decides aceptar venirte acá unos días. Quiero que conozcas a Kathe y arranquemos. Yo sé que no te vas a negar esta oportunidad.
-Ahh y ella sabe que el teléfono de un árbitro es un secreto de estado, yo habría podido darme cuenta, ya voy entendiendo. ¿Será que quedó muy angustiada?
-¿Angustiada? ¿qué te pasó?
-No, Edu, no es nada, es que ella me vio desesperado...
-¿Qué te pasó Martín?
-Mi hermano, me voy a quedar sin trabajo.
-Noooo Martín, nooo. Trabajo es lo que hay.
Eduardo es un vendedor carismático y sabe convencer a cualquier persona. Esta vez, según parece, tampoco le va a quedar grande persuadir a Martín Bessa para que viaje a conocer el proyecto.
-Bueno, de todas formas, no comprendo el misterio de ella. Cuéntame mejor cómo te ha ido allá, ese país es amigable con los colombianos, si no fuera así no habría tantos allá ¿no?
-Mi hermano, esto acá no ha sido fácil, este país te da trabajo, pero no todo el mundo te acepta. Acá toca sí o sí bien guerriado. Hay personas que creen que eso de la esclavitud no se ha acabado y te tratan como si fueran dueños de tu vida. Otros que simplemente te ignoran o ni te miran. Hay otras personas más amables, hay de todo y somos muchos latinos. Algunos nos colaboramos y otros no.
-¿Y el inglés?
-Acá donde vivo no hay tantos ingleses
-No, el idioma. ¿Cómo te ha ido con eso?
-Jajajajaja, acá me entienden y yo los entiendo, lo que no hay es mucho tiempo para sentarse a conversar con nadie, acá la gente va a lo que va. Taim is bisnes, you nou.
-Yo terminé un curso de inglés que nos ofreció una empresa, a través del Colegio de Árbitros. Aunque mi idioma es el pito.
-Sí, Tin, por eso es que te necesito. Mi mujer y yo estamos montando una empresa y tú eres el propio.
-Hay pitos mejores que otros... silbatos, mejor dicho, al pito lo llamamos así, pero realmente son silbatos. A mí me gustan el Acme T-2000 y el Fox 40...
-Pera, pera Tin. Respira, la empresa no es de pitos, ven te cuento: esto es a lo grande, esta es una revolución en el mundo del deporte.
Martín mira el reloj, Claudia ya va a llegar, quiere presentarle a su amigo, quiere que Eduardo la conozca.
-La idea es crear un nuevo deporte mi hermano, es una mezcla de varias cosas, es un deporte inclusivo. Mi mujer...
Eduardo observa una sombra ingresando a través de la ventanita que comunica la cocina con el jardín exterior. La sombra desaparece tres segundos antes de escuchar la voz de Claudia. Dejó las llaves y necesita que Martín le abra.
-Kathe es mi socia. Ella no es mi mujer, yo soy su suyo. Ella fue la de la idea, es una genia, mira, la competencia es parecida a la del fútbol, pero se va a jugar entre hombres y mujeres. Equipos mixtos. Necesitamos crearlo todo, nuevas reglas, todo. Te insisto, vente unos días y te cuento todo el proyecto, yo te pago el tiquete, la alimentación, todos los gastos durante dos semanas y te doy tres mil dólares por la asesoría inicial que me debes dejar por escrito. Te basas en los documentos que te voy a enviar. ¿Te parece?
Esta historia continua con: Slow Kathe
Por: Luis Felipe Jiménez Jiménez, Bogotá, abril de 2023. © Todos los derechos reservados
Foto: Mehmet TurgutKirkgoz
Kommentare