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Una vez más nos rechazaron. Tan solo éramos diez, pero al vernos en grupo se escandalizan.


Con el tiempo hemos perdido valor, lo reconozco, eso causa tristeza. Ya no importa el tamaño, ni el color que nos pongan, siempre es lo mismo. La gente pone cara de asco cuando nos ve y se resiste a tomarnos en sus manos.


Hace 100 años éramos tan valiosas y brillantes, que los hombres se peleaban a muerte por un par de nosotras. No entiendo cómo, con el pasar de los años, cada vez nos dejaron más a un lado para darle paso a esos papelitos con retratos pintados sin ninguna gracia, esos papelitos de gente importante sin ninguna gracia… En cambio, nuestra forma, nuestro estilo único, nuestros relieves, las historias que llevamos grabadas en la piel, nuestras múltiples gracias… ¡son tan hermosas!



Esta noche estamos planeando una huelga. Desaparecer por unos días. Una semana sin salir de las cajas. Ya quiero ver la cara de aquellos que un día nos miraron feo, reclamando porque no estamos, quiero ver su cara cuando se pregunten qué hay a cambio de nosotras. Quiero ver a los medios reportando en primera plana “¡la desaparición amenaza la economía mundial!”


Será maravilloso percibir a la gente en las calles, elevando carteles con nuestros rostros, lanzando arengas para pedir nuestro regreso. Será hermoso verlos tramitar sus angustias, sus duelos, su necesidad.


Sé que es arriesgado, puede que al final nos lleve a la extinción, pero entonces, nos iremos con dignidad, no viendo esa cara de asco cuando la cajera dice “le tengo que dar monedas”.


¡Atención! Noticia de última hora. La inexplicable desaparición de las monedas amenaza la economía mundial. Cientos de personas alrededor del mundo, reclaman a los cajeros en los almacenes de cadena, tiendas de barrio y demás establecimientos de comercio para que les entreguen vueltos.


El banco mundial señala que no entiende qué pasó. Todo apunta a que se trata de un fenómeno sobrenatural que está en investigación.


Seguiremos informando.


 

Por: Catalina García Suárez.

Psicóloga, amante de los perros, los viajes y las novelas de misterio. Principiante en la escritura y con gran sensibilidad social.

Foto: Riya Kumari

Esta es la segunda participación de Catalina. Su primer relato fue el contundente point break titulado Candelaria que inspiró el relato de Tinto a quini, tinto a quini.

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