Cuenta la mitología de Internet, que:

El Águila es el ave que más tiempo vive.

Cuando llega a los 40 años, su plumaje está pesado, sus garras están cerradas y débiles, al igual que su pico. Así que debe tomar una decisión: quedar así y morir de hambre o reinventarse. Cuando opta por lo segundo, construye un nido en una rama, al lado de un risco y se quiebra el pico contra la roca. Cuando un nuevo pico sale, fuerte, vigoroso, se arranca las garras. Finalmente, cuando estas son navajas de acero, las usa junto con su pico para arrancarse las pesadas plumas. Una vez finalizado el proceso de más de 40 días, el águila renovada podrá vivir 30 años más.

Todo lo anterior para decir que encontré una vocación tardía en la escritura.

Fiel a la práctica de reingeniería, decidí cambiar la llanta con el carro andando. Así que me he forzado a adquirir nuevas habilidades, a crear contenidos, a disfrutar de una nueva disciplina.

Encontré en la escritura un nuevo vehículo que me transporta al gozo mientras transmito a otros las situaciones creadas en cuentos, microrrelatos y escritos en general que pasan por el terror, el suspenso, el mundo distópico y la narrativa que en síntesis busca crear sensaciones viscerales en los lectores.

"¡Pa' delante es pa'llá!" Esa es la única dirección que importa.