Hoy comparto un café especial Geisha, cultivado en el municipio Planadas ubicado en el departamento del Tolima. Estoy comprometido con el bienestar individual, como eje del bienestar colectivo a través del amor. Tengo la convicción que amarse a sí mismo es el primer paso para amar a los demás y para contribuir con algo que nos hace falta: la paz como compromiso real, más allá del marketing político. Por eso me cuido y busco lo mejor para mi cuerpo. He podido comprobar en la vida cotidiana que cuando te quieres, el amor se transmite con mayor generosidad y se propaga.
Este año ha sido muy especial en mi vida. Retomo historias que había comenzado, conecto con personas a quienes no conocía y me comprometo con la reconstrucción histórica de un proyecto divino. Estamos en la recta final del año y siento alegría por haber visitado las ciudades de Quito, Santa Marta y Medellín. Allí he compartido café y charlas con distintas personas y les he contado mis aventuras creativas y mis desafíos profesionales. A todos, casi sin excepción, los he invitado a conocer mi obra literaria.
La semana pasada ofrecí una charla sobre el oficio de la escritura literaria en el contexto histórico de las inteligencias artificiales. También compartí con Alejandro Hernández un diálogo sobre el acceso universal y le manifesté mi compromiso con la ética de la inclusión. Estudio la lengua de señas con Ama el Arte; comienzo a estudiar el alfabeto en braille y escribo desde la perspectiva de incluir a personas con distintas capacidades físicas e intelectuales.
Preparo relatos sobre: un persona ciega, una persona zurda y una persona sorda. Mi reflexión literaria más reciente comenzó en marzo de este año, a partir de la construcción del perfil del personaje Martín Bessa, uno de los protagonistas de El Conciliador. Este árbitro de fútbol vive la experiencia de perder la audición y a lo largo de la historia encuentra su lugar en el mundo. Por eso, en la segunda temporada de El Conciliador, serie que al día de hoy lleva 20 capítulos, está presente la ética de la inclusión en un formato de storytelling incluyente y transmedial.
Si quieres probar este delicioso café, encuéntralo en instagram: @elcafeteconnecta
La variedad Geisha fue recolectada originalmente en la década de 1930 en Etiopía y viajó a Kenia en 1936, después a Tanzania y posteriormente llegó a América. Es una variedad muy apreciada por los catadores y especialistas de café en el mundo.
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