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Se celebra el Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer que también ha ido afirmándose como el Día contra la violencia de género. Un día como hoy, en el año 2015, seis grandes músicos ofrecieron su único concierto en Colombia. Vistieron de naranja para celebrar el día y visibilizar la problemática. Cuando llegué a mi casa, sin voz y lleno de energía, aunque cansado por la intensa jornada, escribí la siguiente crónica que publicó la Revista Semana y que ofrezco hoy, seis años después, para los que no alcanzaron a leerla en aquel momento. Las luchas por la eliminación de la violencia contra la mujer, contra la violencia de género, continuan y aunque hay avances en el mundo, todas las personas debemos ofrecer nuestro esfuerzo para erradicarlas por completo. Gracias a Pearl Jam, quienes asistimos al concierto, pudimos enviarle un mensaje al mundo.





 

Pearl Jam se presentó anoche por primera vez en Colombia luego de más de veinte años de espera. Conquistar la baranda en un concierto de rock puede ser el máximo premio al esfuerzo para muchos aficionados. Una vez puse mis manos en el tibio metal que nos separaba del escenario en el Parque Metropolitano Simón Bolívar noté que, con la discreta contundencia de lo simbólico, allí en el bombo de la batería de Matt Cameron se destacaba la imagen de la Torre Eiffel que aludía a los recientes atentados en París. Lo social no estuvo ausente en un concierto en el que los músicos de la banda estadounidense se uniformizaron con camisetas color naranja con el mensaje: “Por una Colombia libre de violencia contra las mujeres”. La iniciativa surge en el marco de la campaña del Secretario General de Naciones Unidas "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres" que llama a la acción durante 16 días en contra de la violencia contra las mujeres y promueve el uso del color naranja como muestra de compromiso con la erradicación de las violencias basadas en género.


Eddie, Vedder, el cantante de Pearl Jam fue muy generoso con sus palabras en español. Agradeció la presencia de las bandas invitadas: The Hall Effect de Colombia y de Spoon de Texas USA. Todas las inconformidades con la organización, por el cambio de escenario y las condiciones que dispuso la empresa organizadora (OCESA) y que generaron no sólo críticas sino quejas y denuncias formales ante los organismos de vigilancia y de protección al consumidor, pasaron a un segundo plano al ver la generosidad de la banda norteamericana con el público.


“Voy a decir algo que nunca he dicho antes” dijo Vedder en un atropellado español, ““¡Hola Bogotá! Estamos perdiendo nuestra virginidad en Colombia y agradecemos que sea con ustedes en Bogotá”. La luna llena matizó el espectáculo cuando el cantante dijo “Es una noche hermosa, no hace tanto frío”. Segundos antes de tocar “Around the Bend” el cantante sorprendió al público con un lindo mensaje: “Esta canción la tocamos especialmente para un hermoso niño llamado Tomás y sus maravillosos papás con cariño”. La lista de 24 canciones abordó generosamente la discografía histórica de Pearl Jam. Aunque esperé que tocaran canciones como “Alone” o “You Are” esa ausencia fue sopesada por la brillante interpretación de “Mother” de Pink Floyd con la que no pude contener las lágrimas. Pearl Jam no tuvo que conquistar al público porque es sabido que son una banda de culto, sin embargo reforzaron el cariño que muchos, como yo, hemos cosechado y que hizo que iniciativas como el grupo “Pearl Jam en Colombia” en Facebook, fuera el marco para que la comunidad organizara todo tipo de eventos, tributos y reuniones en torno a lo que hace un par de años era nada más que un sueño. Cedí mi lugar privilegiado en la baranda a las seis de la tarde, justo antes de la presentación de la banda colombiana, cuando me trasladé a uno de los baños que exitosamente dispuso una de las marcas patrocinadoras. La sorpresa que encontré fue un baño temático, con música de Pearl Jam y condiciones higiénicas de lujo. A partir de ese momento busqué un lugar que me dejara ver todo el show y encontré el mejor: cerca al escenario y a una de las pantallas gigantes. La producción de estos gigantes de Seattle me dejó felizmente impactado: una decena de cámaras registraban en vivo todo tipo de detalles que quizá en la baranda habría dejado pasar por alto: desde el suelo, el uso de la pedalera del guitarrista Mike McCready; el fino detalle del brillo sonoro en los platillos a cargo de Matt Cameron; la profundidad en expresión de los acordes de la guitarra de Stone Gossard; la maestría en los teclados de Boom Gaspar y la inocultable alegría de Jeff Ament, el bajista, al sonreír cuando de lo alto en el escenario se desprendieron unos bombillos gigantes con luces verdes que entraron a hacer parte del show a manera de péndulos. Un concierto de Pearl Jam es mucho más que un concierto de rock, es un show completo. Eddie Vedder le agradeció al público por la recepción y sostuvo que fue un placer tocar en Colombia, un lugar en el que no habían tocado antes. “Tenemos grandiosos recuerdos de esta noche y por eso les agradecemos a ustedes”, sostuvo. *Por Luis Felipe Jiménez Jiménez @Felipepoet


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